Qué extraña es la consciencia. El ego. Nos creemos que somos uno frente al universo y quizá solo es una ficción. Si no guardásemos recuerdos se acababa la farsa. Pero los atesoramos y tenemos esa sensación de continuidad, aunque no quede en nosotros ni una sola célula de quienes éramos —pongamos— hace diez años.
Tendemos a pensar en un mundo inmutable… pero la realidad es que no para de transformarse.
Hoy me he sentido como Charlton Heston cuando al final, en el planeta de los simios, descubre en una playa, semienterrada, la estatua de la libertad. Y, como él, grito:
—¡Maníacos! ¡Lo destruisteis todo! ¡Malditos seáis! ¡Quemaos en el infierno!
Me explico: pasé un puñao de años de mi vida viendo paisajes arquitectónicos que en mi mente eran como montañas.
Hoy, desolado, me entero de que hace quince años que desapareció el Hospital del Aire de Madrid, donde nacieron mis hermanos pequeños. Lleva todos esos años sin existir y yo no tenía ni idea y me imagino que en este tiempo alguna vez habré pasado por Arturo Soria sin percatarme de nada. O quizá no, ya me he perdido en los laberintos de Cronos, qué puto desastre.
Me cuesta creer que no podré volver a desayunar aquellas deliciosas y peculiares tostadas que servían en la cafetería del hospital. Dios, si parece que las comí ayer, tan crujientes...
Pero la devastación aumenta: en el mismo día me entero también de que a solo medio kilómetro de allí —hace la friolera de ¡¡¡veinte años!!!— se cargaron el edificio del arquitecto Miguel Fisac conocido como La Pagoda, visible y perfectamente reconocible desde la Nacional II.
Qué agradable era vivir en la ignorancia de seguir pensando que ambos edificios seguían en pie. Para agravarlo todo observo que el edificio Pagoda ha sido sustituido por un bloque de oficinas horroroso y en el hueco del antiguo hospital aún no han construido nada después de tanto especular (parece que construirán una clínica Quirón en breve).
Ojalá un universo paralelo en el que no cupieran políticos corruptos ni sectas religiosas y ambos edificios siguieran en pie y pudiera desayunar allí mañana sin tener a nadie ingresado/a... salvo que fuera en la maternidad.
P.S.- La playa de la peli, que uno supondría sita en la costa Este USA se ubica en realidad en la costa californiana (lo busqué una vez por internet y desde entonces la he visto en varias series y pelis... como cuando descubrí la playa de Mónsul en el Cabo de Gata).
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