jueves, 28 de enero de 2021

Magister docet

 El noble arte de la enseñanza y la importancia de la buena educación

A los quince años bastante preocupación tiene uno lidiando con la adolescencia como para tener que enfrentarse a complicaciones adicionales. Por lo que sea, decidieron los dioses que a esa edad me viese forzado a abandonar el cálido nido para irme a estudiar a un internado en tierras lejanas.

Aquel tren expreso que se arrastraba lento durante la madrugada me escupió en mi nuevo destino tras una docena de horas descubriendo exóticos olores en compañía de desconocidos en un reducido compartimento de segunda clase: ya sabías cuál era tu sitio.

He perdido la cuenta de las distintas reformas educativas, pero sí recuerdo que entonces —iniciando los ochenta, cuando la palabra SIDA era aún tan desconocida como COVID-19— se estudiaba lo que se denominaba BUP; yo cursaría el segundo curso de aquel Bachillerato Unificado Polivalente..

Teníamos una asignatura llamada Latín.

—¿Quién nos da Latín? —preguntó un veterano con el miedo esbozado en su rostro.

—¡Uf, nos ha tocado La Tapona!

El mote no era excesivamente ingenioso: le venía por su complexión física —bajita y gorda— pero el verdadero problema era el miedo que infundía en los alumnos. Pronto pude sentirlo en primera persona del singular. Más que clases educativas aquello parecían interrogatorios de la Gestapo en los que vivías en un continuo estrés por si no sabías declinar correctamente algún sustantivo o conjugar un verbo, nadie se libraba de las preguntas sorpresa ni de los irónicos comentarios hirientes si fallabas.

La vida de Brian

Años después, cuando vi la película La vida de Brian me dio un ataque de risa en la mítica escena en la que un guardia romano sorprende al protagonista haciendo pintadas en un edificio y en vez de detenerlo lo regaña y le tira de las orejas porque había escrito incorrectamente: "Romanos fuera". Me recordó a La Tapona.

En aquel curso, sintiéndome abandonado en un lugar lejano e inhóspito, tiré de rebeldía juvenil y me refugié en las novelas de evasión. Como solía decirse de los malos estudiantes: suspendí hasta el recreo.

Al año siguiente a mis traumas antiguos sumé uno nuevo: el estigma del repetidor, pero —sabedor de que si volvía a repetir me expulsarían— no comencé el curso tan desanimado.

Entonces era yo el veterano que le preguntó a un compañero:

—¿Quién nos da Latín?

—Un profe nuevo, viene de fuera, ni idea.

Me alegré,  porque no era partidario del más vale malo conocido y sí del hemos venido a jugar.

Llegó a clase con la máxima expectación entre el alumnado por ver qué nos esperaba. Por la puerta apareció un individuo delgado, bajito, con el pelo muy corto y algo escaso, con pinta de curilla y sin embargo con cara de buena gente. Lo primero que hizo fue decir que no tuviéramos miedo de la asignatura porque era apasionante y lo íbamos a pasar muy bien aprendiendo. Además nos contó que era nuestro tutor y que podíamos contar con él para lo que quisiéramos. ¡Y no era mentira!

Don Manuel Olea, mi mejor maestro

En solo unos meses don Manuel Olea consiguió que esa clase que el año anterior me resultaba odiosa me pareciera agradable y que disfrutase traduciendo a los clásicos. El Latín, que era el "coco" para los infortunados alumnos de La Tapona, era una asignatura agradable con don Manuel.

Cuando alguien llegaba tarde a clase en vez de regañarlo le pedía que pidiera permiso para entrar en latín:

Patetne aditus? —decíamos.

Recta introea —respondía sonriente.

Siendo yo elegido como director de la revista literaria del instituto él se ofreció a ayudarme y cuando le presenté las primeras ideas y bocetos me dio un gran consejo: la gente está más cómoda leyendo líneas cortas, por eso los periódicos publican en varias columnas. Entonces decidimos que nuestra revista en formato A4 se editaría en dos columnas, lo que la hizo mucho más vistosa y atractiva.

Revista Fenix, Ronda, Patronato Militar
Un día se jugó un partido de fútbol sala de profesores contra alumnos. Nuestro tutor no era diestro con el balón en los pies, pero se le veía asfixiado al pobre. Un alumno le dio una patada en un lance del juego y era tal el cariño que suscitaba que el alumno fue abucheado por nosotros, sus compañeros.

En clase nos burlamos cariñosamente de su escasa habilidad balompédica:

—Sé que juego mal, por eso me esfuerzo mucho en correr a atacar y defender, para suplir con entrega mi impericia.

Un día no pudo atendernos para una reunión de la revista y nos invitó a ir a su casa el sábado por la mañana. Los tres alumnos que llevábamos el peso principal de la publicación fuimos allí y nos sorprendió comprobar que vivía muy humildemente con su mujer y un montón de hijos y que trabajaba en un pequeño rinconcito sobre una mesita redonda (me recordó un poco a Antonio Gamboa).

Un par de años después obtuvo otro destino y se marchó, pero dejó su huella.

A mediados de los noventa coincidimos cuatro amigos que habíamos sido alumnos de don Manuel y nos enteramos de que estaba de director en un instituto en Coín y decidimos ir a visitarlo.

—¿Pero cómo vamos a encontrarlo en un fin de semana? —objetó una de las compañeras.

—¡Seguro que lo conocen!

Efectivamente: nada más llegar al pueblo, al primero que le preguntamos por el director del instituto nos indicó dónde vivía. Qué ilusión nos hizo volver a verlo, estaba igual de afable y sonriente, se notaba que se alegraba sinceramente de vernos.

No lo entretuvimos mucho porque es un hombre muy ocupado, pero pasamos algo más de una hora agradable poniéndonos al día.

Me trasladé por trabajo muy lejos de allí y no volví a saber de él hasta que en 2003 —inesperadamente— lo reconocí en las noticias en la televisión.

el asesino de Sonia Carabantes

Fue un suceso que entonces impactó a España: el asesinato de la joven Sonia Carabantes, que estudiaba en el instituto que dirigía don Manuel.

Aquel terrible crimen había dejado trastornados a sus compañeros de instituto… se puede uno imaginar la magnitud del alcance emocional para los chavales, pero supe que don Manuel era la persona más apropiada para gestionar un hecho tan brutal y desconcertante.

domingo, 17 de enero de 2021

Las 10 mejores series españolas de 2020

 Hete aquí mi ranking particular de las mejores series españolas (entre las que he podido ver, claro) del año pasado.

Poster 30 monedas

1/ 30 monedas

La anterior serie de ciencia ficción de Álex de la Iglesia no la vi, pero esta... madre mía: es una serie colosal, formidable. La aupo al puesto primero por su valentía, por hacer lo que le da la gana saltándose todas las reglas, los capítulos duran lo que tengan que durar sin tener que embutirlos o expandirlos según los modos canócicos. Se atreve osadamente a mezclar géneros como le da la puta gana el tío... ¡y consigue que el producto resultante funcione perfectamente!

Qué grandes momentos he pasado en compañía de estos personajes que se muven por todo el mundo, pero con su epicentro en tierras segovianas, ¡una delicia ab-so-lu-ta!

Y menudo reparto: Eduard Fernández e hija, Megan Montaner, como la prota maciza, Miguel Ángel Silvestre, Macarena Gómez  (que lo mismo vale para una comedia alocada que pare una de terror) Pepón Nieto de picoleto, Manolo Solo, etc. No se la pierdan.

Poster Antidisturbios

2/ Antidisturbios

Un desalojo por un desahucio en el centro de Madrid se complica y sucede una tragedia. Un equipo de Asuntos Internos de la Policía investiga lo sucedido. Al fin la ficción nacional se mete con gran éxito en una gran serie policíaca realista y que te engancha desde el principio para no soltarte. La prota, la mallorquina Vicky Luengo me ha sorprendido gratamente.

Poster Patria

3/ Patria

Fui de los pocos rebeldes que se negó a leer la novela, pero decidí darle una oportunidad a su adaptación. Aunque tira mucho de trazo grueso hay que reconocer que ha enganchado y seducido a multitudes, entre quienes me incluyo: es innegablemente interesante.

Poster

4/ La línea invisible

Otra serie sobre los terroristas que nos aguaron la fiesta durante años, en este caso se nos habla de su nacimiento. 

Es interesantísimo descubrir como con unos motivos quizá comprensibles y de los que casi cualquier puede participar vamos deslizándonos hacia una absurda orgía sangrienta en la que todos acabamos perdiendo.

Poster

 5/ El pueblo (T2)

La primera comedia de la lista, situada en el top five por méritos propios y sobrados. 

Es una especie de La que se avecina de culto en la España vaciada, una serie realmente original y medidamente gamberra, con sus quesos protocolarios y esos personajes entrañables: Carlos Areces interpretando a una canallita politiquillo corrupto enrollado con ese otro gran descubrimiento de actriz que es María Hervás, con Santi Millán e Ingrid Rubio de hippies, el gruñón Arsacio, el Majareshi, pero sobre todo mi personaje favorito: el Ovejas, auténtico protagonista, interpretado por un enorme Javier Losán que se merece algún premio pero ya.    

Deseando que empiece la tercera temporada, a mi mujer también le encanta. 

Poster

6/ White Lines

En el sexto puesto de la lista voy a meter una serie que ha pasado algo desapercibida, aunque creo que merece este lugar. Se trata de una especie de thriller que sucede en Ibiza involucrando noches de juerga discotequera, narcotráfico y maniobras de venganza entre grupos mafiosetes.

Aparece un cadáver en el desierto almeriense que resulta ser el de de un DJ británico desparecido veinte años atrás en Ibiza. Entonces la hermana del finado viaja hasta la isla para averiguar qué pasó realmente con su hermano y reconstruir sus últimas horas de vida. 

Un ejercicio también nostáligo, una interesante y entretenida propuesta esta de Álex Pina, que finalmente parece no tendrá continuidad. Buenos intérpretes también.

Poster Nasdrovia

7/ Nasdrovia

Aunque generalmente las comedias suelen estar conceptuadas de cara a la crítica muy por debajo de las producciones dramáticas podrán observar que en mi listalas series humorísticas siempre son valoradas en gran medida, sé de su dificultad y me encanta que me hagan reir y disfrutar con una sonrisa pintada en el careto. Esta serie nueva de M+ ha conseguido eso precisamente, espero que haya pronta continuación.

Poster Mira lo que has hecho

8/ Mira lo que has hecho (T3)

Otra gran serie cómica de producción nacional-catalana la de Berto Romero, con esa gran actriz que hace de su mujer. Una pena que acabe.

 

Serie española Vengüenza

9/ Vergüenza (T3)

Este penúltimo puesto se lo lleva la tercera y última temporada de la serie gamberra e incorrecta  de Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero.

Cuéntame  cómo pasó serie     Poster La que se avecina

10/ Cuéntame cómo pasó (T20) - La que se avecina (T12a)

Y el décimo y último puesto de la lista lo reservo —ex aequo— para dos veteranísimas de la ficción seriada española que ahí siguen aguantando el tipo después de tantos años acompañándonos: ¡no es fácil!

Elegir entre la familia Alcántara y los vecinos de Montepinar me resulta complicado, así que la décima plaza la compartirán.

* * * * * 

De series interesantes que no he visto me queda Veneno, de la que vi dos capítulos y estaba bastante bien, pero a mi mujer no le gustaba; tendré que verla solito.

Idem me ocurre con El último show, la de Marianico el corto, esta pinta aún mejor, pero solo he visto el primer episodio.

Una que quiero ver y aún no he podido es Caminantes.

Y por la mitad o así llevo: Dime quién soy.









jueves, 14 de enero de 2021

La adorabilidad de Grogu explicada

bebé en blanco y negro

Los humanos estamos diseñados para adorar a los bebés: esas criaturas chiquititas, con cabeza grande y circular y ojos grandotes y redondotes. 

Mascotas favoritas: perros y gatos

 Por esa misma razón nos seducen estéticamente nuestras hermosas mascotas: los perros y los gatos también tienen formas redondeadas, grandes ojos y son chiquitines.

Robots para ancianos

Los robots para el cuidado de ancianos los diseñan también con esos mismos parámetros.

Y es por eso que diseñaron a Grogu —antes también conocido como Baby Yoda o El Niño— con esas mismas características.

Grogu, Baby Yoda, The Mandalorian

Y funcionó tan bien que encandiló incluso a alguien tan gruñón como Werner Herzog

Es una anécdota conocida que durante el rodaje, y tras hacer unas escenas con la marioneta robótica de Baby Yoda, los directores le pidieron al mítico director germano volver a grabar dichas tomas, ya sin el muñeco. Su intención era probar con una versión 100% digital del diminuto personaje verde, cosa que no le gustó para nada al alemán, que les  recriminó con su intimidante vozarrón:

—¡No sean cobardes, déjenlo así como está!

 

martes, 5 de enero de 2021

Mis lecturas del año 2020

Procedamos con el repaso a mi modesta lista lectora de este aciago 2020.

He de significar que por primera vez en mi vida —que yo recuerde— he leído casi el mismo número de libros de mujeres y de hombres y lo bueno es que no ha sido algo buscado porque solo leo lo que me apetece.  


Empecemos:

 
Lectura fácil, Cristina Morales
Interesante lectura de esta joven ácrata que me sirve para meterme y ponerme un poco al día en esos mundillos en el que no nos movemos los rojetes de salón

Estaré atento a lo próximo que publique esta muchacha.

 



Elvira Lindo, A corazón abierto
Entretenida, pero es un poco a la literatura como el Sálvame al entretenimiento.

 Una obra inacabada o concluida precipitadamente por imperativo editorial, con una estructura bastante fallida, que provoca pudor ajeno y además con un fragmento-pegote escrito a cuatro manos. 

El repentino final con el monólogo de teatrillo musical que se inventó es bastante flojito. 

Libro claramente alimenticio, nada que objetar si a su target lector le sirve.



Maria Josefa Canellada, Penal de Ocaña

Esta novela fue finalista del Premio Café Gijón en 1954 y no se permitió su publicación hasta 1965 y con bastante censura previa.

Me hice en una librería de internet con esta edición de la novela publicada en los 80 sin censura. 

Bastante interesante la historia y comprobar lo absurda que fue la censura... literariamente decentillo. Tuvo hasta una adaptación teatral a cargo de la hija de la autora, qué lástima que se me pasara en su día.



Philip Roth, Patrimonio
 

Bastante satisfecho con este novelón: categoría literaria, orden, precisión y mucha emoción verdadera, sin trampas, la que se cuenta en esta historia real sobre su padre... vamos igualito-igualito que la novela de la Lindo. 

Una maravilla literaria y un gran homenaje a un padre.

 




El medio más rápido y directo a la feclicidad eterna de Michael Langford
El medio más rápido y directo a la feclicidad eterna de Michael Langford es uno de esos libros a los que uno llega para curarse de esa Danza de Sichuan diagnosticada por el doctor Hang Wu. Me pareció bastante útil y revelador, otra cosa es que luego uno consiga apaciguar al mono loco; está claro que no es mi caso, pero fue un buen intento.  ;-)



Publicar una respuesta Diario10

Parece mentira que una obra taaan triste y tan cruel me haya gustado de esta manera, me ha pasado como con las pelis de Bergman, Haneke o Ulrich Seidl, pero a lo bestia porque estamos hablando de unos diarios y no de una ficción. 

Tremendo, da para pesadillas horribles, pero me encantó y me fascinó inevtitablemente, enganchadísimo.



Irene Vallejo, El infinito en un junco

El gran bombazo editorial de 2020 sin duda ha sido El infinito en un junco de Irene Vallejo.

Qué decir de esta maravilla... pues agradecerle a sus múltiples recomendadores que me llevaron inevitablemente hasta el libro; el ejemplo paradigmático de que el boca a boca lector aún funciona mejor que las promos publicitarias.




Theodor Kallifatides, Otra vida por vivir

Hasta aquí llegué por recomendación de mi argentina favorita. 

Y se lo agradezco porque no conocía al autor y me ha camelado con esta historia sobre los orígenes y las vicisitudes de los emigrados. 

Tengo otra novela suya en la reserva. :-)


Cartas del diablo a su sobrino, C. S. Lewis

Encontré este Cartas del diablo a su sobrino de  C. S. Lewis en una estantería del salón y no recordaba haberlo leído, ni siquiera haberlo comprado. 

Luego supe que era de mi hija, pero por curiosidad me puse a leerlo. 

No es gran cosa, quizá no ha envejecido demasiado bien, pero es otro interesante ejemplo de lo absurdo de la censura que también sufrió en su momento. 

A ratos bastante interesante.



La obra maestra desconocida de Honoré de Balzac
Siguiendo el sabio consejo de mi amiga Mazapán vi la película La Belle Noiseuse de Jacques Rivette

Me gustó tanto que indagué acerca de la peli y vi que estaba basada en una novela corta de Honoré de Balzac... y así llegué a ella. 

Muy interesante y es curioso que de donde otros solo han podido sacar un cortometraje, el magnífico director galo sacó cuatro horas interesantísimas de celuloide.


Diario del asco de Isabel Bono

Me sorprendió tan gratamente el debut novelístico (Una casa en Bleturge) de la malagueña Isabel Bono que quise apresurarme a leer esta su segunda incursión en la narrativa: Diario del asco

Por desgracia para mí tanta prisa era innecesaria porque no disfruté de este nuevo título como del anterior, es un poco más de lo mismo, pero peor y como inflado artificiosamente metiendo muchos diálogos que para mi gusto sobran porque tampoco son el fuerte de esta autora. 

Curiosamente su anterior novela tenía una portada horrible, pero un gran contenido y esta vez lo mejor del libro es su portada.

Seguiré probando a ver cómo evoluciona la escritura isabelina.


Sally Rooney, Conversaciones entre amigos

Recomendación de mi profeta malagueño, quien también me propuso la lectura de Gente normal, de la misma autora

Dado que de esta última han hecho una serie televisiva con un gran protagonismo de la escritora en su elaboración preferí ver la serie, que me encantó. Este visionado televisivo lo he completado leyendo en Babelia el relato corto original que dio origen a la novela.

Y así llegué a este anterior libro de Sally Rooney (del que también van a hacer una serie). Conversaciones entre amigos me resultó agradable de leer y pienso ver también su próxima adaptación televisiva.

Bastante entretenida e interesante esta joven autora irlandesa, otra autora a la que vigilar en el futuro..


Patricio Pron, La vida interior de las plantas de interior

De la mano del premiado escritor madrileño Daniel Dilla me llegó esta recomendación que le agradezco. 

Se trata de una colección de relatos cortos estupendos, muy originales y que incluso me han enseñado algo acerca del proceso de escritura, agradables lecciones que me llevo puestas.

 


El olvido que seremos, Héctor Abad Faciolince

 

Y por último estoy acabando la lectura de esta novela escrita con tanto talento y tan apasionante, otro grandísimo homenaje a un padre fallecido.

Qué envidia.

La noche de los Oscars de Hollywood 2024

Esta entrada viene a ser Los Oscars de Óscar (Maif). Gran ceremonia la de anoche en los premios Oscar de la academia estadounidense. Bien el...