Como quiera que soy un tanto masoca y gozo de las pelis de directores como Ingmar Bergman, Michael Haneke, Ulrich Seidl... no pude resistirme ante una novela que trataba de un tipo que planifica su suicidio con justo un año de antelación.
La última novela de la escritora Isabel Bono, amiga de Aramburu, fue su inspiración. Pero lo que en la novela de la malagueña se abordaba un poco poéticamente Fernando lo trata del modo más prosaico posible: desde la perspectiva de un gañán egoísta y muy incorrecto políticamente (personalmente esto lo agradezco en estos tiempos de extremo comedimiento).
Llegué al final de las 25 horas de audiolibro porque me resultaba tremendamente entretenido (700 páginas en papel) y me ha hecho muy grata compañía durante el tiempo que me ha acompañado desde el smartphone en mis pequeños ratos muertos.
También considero sinceramente que si la historia se redujese a doscientas páginas podría llegar a ser una obra maestra algún día, pero por algún motivo el autor se ha empeñado en estirar la novela más allá de lo razonable, aunque tampoco me quejo porque más tiempo me ha entretenido (aunque pierda algo de calidad con taaantaaaa cantidad innecesaria).
También aviso que la crudeza del libro echa a muchos lectores para atrás: absténganse personillas sensibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario