sábado, 16 de noviembre de 2024

Opiniones produceshop tienda online: ¡ni se te ocurra!

PRODUCESHOP: cuando la atención al cliente es un triste oxímoron




CUIDADO CON PRODUCESHOP

produceshop es una tienda online que inexplicablemente opera en España con unas condiciones más mafiosas que leoninas. Tiene los almacenes en Italia y para cualquier conflicto tienes que acudir a los tribunales de justicia de Suiza. Nadie se lee las condiciones cuando compra, pero que sepáis que eso es lo que hay.

Mi madre, a consecuencia del COVID-19, se ha tenido que quedar permanentemente en silla de ruedas. Ella que es echada p'alante se maneja con su laptop y buscó por internet para comprarse una silla de ruedas. Vio una a buen precio y la pidió.

Cuando me lo comentó mi hermana regañé a mi madre por comprar a lo loco sin conocer la tienda, le dije que internet es como en la vida real: hay que comprar en lugares de confianza y no en cualquier sitio que veas con buen precio.

Resulta que le llega la silla y no le sirve, las medidas no coinciden. Mi sobrino escribe un e-mail para devolver el producto y le contestan diciendo que lo devuelva, pero los gastos de envío corren de su cuenta. Sólo se puede enviar devuelto al almacén en Italia.... o sea que cuesta más el ajo que el pollo, sale más caro devolver el producto que quedártelo.

Le escribo yo a un tal Alejandro de "atención al cliente" explicándole que mi madre al hacer el pedido eligió el modelo de silla con las medidas que quería, pero como al final del proceso de compra mediante engañosas técnicas de patrones oscuros te ofrecen modelos similares un poco más caros, ella se dijo: bueno, si esta que me ofrecen es algo más cara será mejor, y pidió esa sin darse cuenta de que las medidas eran completamente distintas. 

Así pues solicité que trajeran el modelo que le valía y se llevaran el otro.

El tal Alejandro me pide que le envíe varias fotos del producto. Pese a las molestias que me supone trasladarme a casa de mi madre en plena pandemia lo hago y le envío las fotos del paquete que me había pedido pensando que querían comprobar que el paquete estaba en buenas condiciones. Procedo a hacerlo.

Me vuelve a escibir diciendo que quiere las fotos de la silla montada.

Otra vez a trasladarme, montar la silla de las narices, fotografiarla y enviárselas al tal Alejandro.

Pero en realidad Alejandro, después de tanta lata, me da una respuesta estándar:

"El producto se corresponde con el comprado"

¡Ya lo sé, imbécil! —pienso, no se lo digo—. Redacto un largo correo explicándole de nuevo todo el problema, pero ni se molestó en responder jamás. Claro, abusan sabiendo que no vas a acudir a los tribunales suizos a demandarlos.

Me volví a meter en la web tiempo después con el número de referencia de la compra a ver si había alguna novedad aunque no me hubieran contestado y por error metí mal un número y me aparecen de pronto en pantalla los datos personales de otro cliente. No puede ser, me digo. 

Introduzco otro número parecido, cambiando un dígito y me aparecen todos los datos personales de un tercer cliente... y así con todos los que quisieras mirar. ¡Viva la seguridad y la privacidad!

O sea que además de ser unos estafadores que se burlan de los clientes aunque sean personas mayores víctimas de la desgracia tienen una brecha de seguridad gravísima y los datos de los clientes están expuestos a la vista de cualquiera, no hay ni que hackear la web... están ahí para quien quera mirarlos.

En fin, espero haber ayudado a alguien y evitar algunos timos y burlas más.

A ver si el gobierno impide que las empresas multinacionales con estas prácticas abusivas operen en España.

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domingo, 13 de octubre de 2024

La gasolinera onírica (Kenai Zupe)

Entrada del blog escrita a mano, nada de IA
HECHO A MANO POR HUMANO.
En este blog todas las entradas se escriben a mano, 
sin intervención de inteligencias artificiales. 

En aquel tiempo, hace más de veinte años, no solía viajar solo y me gustaba realizar los trayectos largos de madrugada, al menos desde que descubrí que —con las gafas puestas— podía ver bastante bien la carretera y enfocar apropiadamente las luces de los coches. 

Por algún motivo que no alcanzo a recordar en aquella ocasión viajaba solo y pese a haber abandonado Madrid rumbo al sur, hacía más de cuatro horas, aún no era medianoche. Debió ser casi en Navidad, en fechas muy próximas al solsticio invernal. Transitaba por esas enormes rectas de la llanura de Antequera. Me salí de la autovía que llevaba a Sevilla y puse rumbo a Ronda tomando el desvío hacia Jerez. Tenía ganas de estirar las piernas y no quedaba demasiado combustible, así que cuando vi a lo lejos, a la derecha, las luces de aquella gasolinera tan solitaria, poco antes de llegar a Campillos, decidí parar a repostar. 

Gasolinera onírica

En principio, no aparecía nadie y pensé si acaso estaría cerrada la estación de servicio, pero había luces encendidas y al rato asomó por la puerta un tipo vestido con los colores de una célebre compañía petrolera. No vino hacia mí, sino que desde donde estaba, sin entusiasmo, dijo algo que no conseguí entender. 

Me llevé expresivamente la mano hasta la oreja preguntando: 

—¿Cómo dice? 

El tipo siguió sin acortar su lejanía y gritó una frase ininteligible, que escuché que sonaba algo así como: 

—¡Kenai zupe! 

No era capaz de atribuirle ningún significado lógico a su mensaje que, más que una frase con su sujeto, predicado y demás avíos, parecía el nombre y apellido de algún amigo subsahariano de Orzowei. 

—Disculpe, no le entiendo —volví a gritar sin acercarme yo tampoco a él. 

Pero el hierático individuo, en vez de reformular su mensaje de manera más comprensible, volvió a repetir su críptico conjuro: 

—¡Kenai zupe! 

En mitad de ese paraje solitario, en horas limítrofes con la medianoche, tras una larga travesía solitaria apenas acompañado por la música radiofónica, aquella situación parecía constituir una extraña pesadilla. Miré dos veces la hora en mi reloj Casio digital, por si acaso, pero en ambas ocasiones vi las veintidós cincuenta y nueve, así que no me encontraba soñando, aquel suceso era real pese a su apariencia onírica. 

—Perdone, ¿qué decía? —insistí gritando más. 

El señor puso cara de resignado fastidio y, como si hablara con un tontito, gritó bien alto y más despacio: 

—¡Kenai zupe! ¡Ke-naaai zuuupe! —repitió abriendo los brazos como alejando de sí cualquier responsabilidad.

IA hermosa imagen artística en acuarela de una gasolinera onírica en mitad de un hermoso paisaje semidesértico

Me quedé un rato quieto, pensativo, intentando desentrañar el esotérico mensaje que trataba de transmitirme, pero no fui capaz de desencriptarlo, así que volví a subir al coche y seguí rumbo hacia Ronda sin repostar, dándome por vencido. 

Unos kilómetros más adelante seguía dándole vueltas al incidente, pensando seriamente en si acaso aquel señor le había dado un ictus que no supe diagnosticar y quizá debería haber llamado a una ambulancia. 

En eso pensaba cuando al fin vi la luz y de repente conseguí descodificar el mensaje que aquel señor me intentaba transmitir. Llegué a la conclusión de que la primera frase que no le entendí debió ser: 

—No hay súper. 

Refiriéndose a “gasolina súper”, porque había detenido mi vehículo junto al surtidor de súper, en el que —por cierto— no había ningún cartel avisando de la carestía de tal combustible.

Y cuando me llevé la mano a la oreja para indicarle que no le había entendido su respuesta, traducida al castellano de Valladolid, la expresión 'kenai zupe’ debía significar: 

—Que no hay (gasolina) súper.

Me partía de risa yo solito al percatarme del malentendido tan tonto. 

En años sucesivos he circulado un montón de veces junto a esa gasolinera y siempre recordando la curiosa anécdota al pasar por allí bajo la ventanilla y grito: 

—¡Kenai zupe! 

No hace mucho, al regresar del disfrute de unos días de vacaciones de verano en la Serranía de Ronda, volví a pasar junto a la gasolinera y observé que estaba cerrada porque se encontraban allí en pleno rodaje. Había un montón de gente, furgonetas, camiones, cámaras, iluminación adicional, micrófonos de pértiga y demás, todo un impresionante despliegue técnico. Me pregunté con curiosidad qué sería eso que estaban rodando: acaso un anuncio publicitario, quizá una película o puede ser que una serie de televisión. No tenía ni idea, no había leído nada al respecto ni allí encontré pista alguna que pudiera esclarecer la intriga. 

Poster de la serie Kaos, de Netflix

En los meses siguientes estuve atento a ver si localizaba aquella gasolinera en algún anuncio publicitario, en alguna película o en alguna serie. Busqué en internet a ver si hallaba cualquier información al respecto, pero no encontré absolutamente nada. Para alguien tan maniático y obsesivo como yo para con los misterios resultaba bastante frustrante llevar un par de años sin haber averiguado nada respecto a ese enigma.

Mas hete aquí que la otra noche nos pusimos a ver en Netflix la serie Kaos, una estupenda producción basada en la mitología griega en la que Jeff Goldblum  interpreta a Zeus.

Desde el principio tuve claro que se rodó en buena parte en la geografía española porque se reconocían muy fácilmente localizaciones en Sevilla, Málaga, Almería y Madrid.

Y al fin, al arrancar el tercer episodio, aparecen las tres Furias (las Erinias mitológicas), en plan moteras y llegan a una gasolinera para cumplimentar una venganza tras una maldición. Y tardé unos segundos, pero antes de que las motoristas justicieras abandonaran la estación de servicio que presuntamente se ubicaba en Creta retrocedí con el mando a distancia para cerciorarme bien y exclamé:

—¡¡Es la gasolinera de Kenai Zupe!!

GASOLINERA  Tyndareus al principio del tercer episodio es la Cepsa La Colonia de la carretera A384 cerca de Bobadilla

Y, efectivamente, lo es. Aquí una web con muchas de las localizaciones de la serie: 



jueves, 13 de junio de 2024

«Undante el guardián» de Juan Pérez Díaz

Poco se conoce acerca de la intervención española en la guerra de Vietnam, pero sí: existió.

El presidente estadounidense Lyndon B. Johnson, envió una carta al jefe de Estado español, expresando la necesidad de incrementar las tropas en Vietnam y su convicción de que las perspectivas de paz aumentarían si otros países compartieran sus esfuerzos. La petición de Johnson fue clara y directa.

La respuesta de Franco, fechada el 18 de agosto de 1965, demostró su aguda visión militar. En su carta, Franco señaló que la subversión en Vietnam era un problema político más que militar. Reconoció la dificultad de neutralizar una “guerra de guerrillas” en la jungla asiática y destacó la importancia de comprender las raíces de los conflictos en los países nuevos. Además, hizo consideraciones positivas sobre el líder comunista vietnamita, Ho Chi Minh, al que tenía por un patriota. 

[Aquí se puede leer la carta entera]

portada de la novela Undante el guardian de Juan Perez Diaz
Portada del libro "Undante el guardián"

Pero el dictador español le debía mucho a los norteamericanos y así, para no quedar mal del todo, decidió enviar una unidad médica para ayudar en el conflicto. De esta manera el habilidoso gallego hacía equilibrios para, por un lado no interferir en conflictos extranjeros, pero por otro lado no desairar a su mayor aliado, contribuyendo con esa especie de primera misión humanitaria y sanitaria. A pesar de todo ordenó Franco la mayor confidencialidad al respecto de ese envío de tropas españolas a Vietnam, tanto que servidor se acaba de enterar recién.

En 1966 se pidieron varios voluntarios para desplazarse hasta el delta del Mekong y uno de ellos fue el padre del protagonista de esta novela que hoy vengo a recomedarles: «Undante el guardián», publicada por mi amigo Juan Pérez Díaz en la editorial pandemia.be.

Gracias a esta novela me he enterado de esta historia de las tropas españolas en Vietnam, así como de otros varios asuntos que desconocía.

Edificio del internado del Patronato Militar Virgen de la Paz en Ronda en la actualidad
Edificio del internado del Patronato Militar Virgen de la Paz en Ronda en la actualidad

En este aventurerismo intrépido y temerario de su padre se escuda Juan, el protagonista de esta historia autobiográfica, para justificar su insistencia en pedirle a su padre que le enviara a un lejano internado militar.

Yo, que estudié en ese mismo internado y conocí a Juan cuando llegó a él, puedo dar testimonio de que una de las cosas que más nos llamaba la atención de aquel nuevo alumno era su insólito entusiasmo por vivir en un internado, cuando la mayoría de nosotros estábamos allí de modo involuntario o cuando menos desapasionado. En cambio a él se notaba que le gustaba esa posibilidad de aventuras lejos de su Albacete natal.

Aquel espíritu inquieto buscaba un espacio mágico en el que poder experimentar su propio Vietnam... su Brigadoon, su Shangri-La. Y ese lugar para él fue el Patronato Militar Virgen de la Paz, en Ronda (Málaga).

Óscar Maif sostiene en su mano un ejemplar de la novela Undante el guardia de Juan Perez Diaz
Óscar Maif sostiene un ejemplar de "Undante el guardián" de Juan Pérez Díaz

En la serranía en la que halló el poeta Rilke su "ciudad soñada" se encontró como pez en el agua y desde luego que no paró de nadar y de salpicar. Igual algún lector desconocedor del personaje podría pensar que hay demasiada imaginación en el relato, pero servidor vivió allí con él y puede atestiguar que el relato es de lo más verídico. Yo fui una de esas personas privilegiadas a las que le mostró aquel desconocido, prohibido y peligroso laberinto del tejado.

No voy a revelar más, lean con deleite esta breve novela gótica y de aventuras tan bien contada, dividida en diez capítulos narrados en tercera persona y con un emocionante epílogo en primera persona. Servidor estuvo toda la madrugada leyendo la historia, sin poder soltar el libro hasta acabarlo, porque logró transportarme con mucha emoción a aquel preciso instante en el espacio y el tiempo en el que coincidimos en ese sitio mágico que marcó nuestras vidas y personalidades. Está en Amazon y en la web de la editorial Pandemia.be

Info del autor Juan Perez Diaz en la web de la editorial Pandemia.be
Info del autor Juan Pérez Díaz en la web de la editorial Pandemia.be


martes, 12 de marzo de 2024

La noche de los Oscars de Hollywood 2024

Esta entrada viene a ser Los Oscars de Óscar (Maif).


Gran ceremonia la de anoche en los premios Oscar de la academia estadounidense. Bien el presentador, ceremonia cortita y comenzando más temprano. Me he permitido verla en directo, como hacía antiguamente.

De hecho veo la ceremonia cada año desde los años ochenta. Y siempre en directo, salvo estos últimos dos o tres años, que prefería grabarla y verla luego saltándome los discursos largos y todas las pausas publicitarias.

Como he visto las diez pelis que estaban nominadas a mejor película me voy a permitir, simplemente, puntuarlas según mi gusto del cero al cien. Siguiendo mi costumbre empiezo por la mejor y acabo con la menos puntuada.

Y ustedes, ¿qué nota del 0 al 100 le pondrían a los títulos que han podido ver? Si hay algún lector/a y se animan y se empeñan igual pueden hasta dejar un comentario con sus valoraciones.


poster de The Holdovers96

poster de Poor Things 93

poster de Los asesinos de la luna 82

poster de Oppenheimer 77

poster de Anatomía de una caída 71

poster de La zona de inetrés 67

poster de American Fiction63

poster de Past Lives61

poster de Maestro 60

poster de Barbie59

viernes, 23 de febrero de 2024

“Duelo al Sol” 1946, King Vidor (producida por David O. Selznick)

 Cuando estoy solipandis y de bajona a veces recurro a un truco bastante infalible para venirme arriba y pasar un rato agradable y especial: me enchufo 30 miligramos de codeína con 500 de paracetamol y me apalanco en el sofá bien espatarrao —rodeado por mis cuatro gatas— y me pongo una peli del Oeste; porque el western  y las pelis bélicas son —de un modo aparentemente incomprensible— algunos de mis géneros preferidos, junto al postapocalíptico (ni idea del motivo: estoy seguro de que si hubiera un apocalipsis zombi o similar me dejaría comer enseguida o incluso me suicidaría si tuviera ocasión, y de manera análoga en una guerra sería un desertor y en un duelo en el Oeste iría desarmado a abrazar al pistolero que me desafiare).

Cartel de la película "Duelo al sol"

El caso es que aunque de pequeñín ya viera parcial o totalmente este filme clásico de culto Duel in the Sun (como le ocurrió a Martin Scorsese, que recuerda que fue la primera película que vio de pequeño) me dispuse a darle un pase actual y adulto a esta película tan famosa y por la que tanto babosearon en su día José Luis Garci y su caterva de penesancianos presuntamente cinéfilos.

No voy a negar que mi plan funcionó y que pese a los muchísimos peros que se le pueden poner a tan sobrevalorado filme pasé un buen rato, aunque solo fuese flipando sociológicamente acerca de dónde cojones venimos. Llega a pensar uno que con esta educación emocional cinematográfica pocas manadas ha habido, maemía...

Duelo al sol, novela de Niven Busch

Parece que el origen de esta peli está en una novela del mismo título de Niven Busch cuyos derechos acabó comprando David O. Selznick para tratar de emular el éxito que tuvo con Lo que el viento se llevó y para aupar al estrellato a la su entonces novia, que protagoniza el film. La novela, publicada en 1944, causó un escándalo por cómo se narraban las escenas de sexo entre Perla y Lewt MCanles, la joven mestiza y el hombre que la viola y del que luego se enamora. En la adaptación cinematográfica, estas escenas son tratadas con un enfoque más sutil (bueno, en realidad fueron directamente eliminadas en su mayoría por la censura), aunque la tensión sexual y la pasión entre los personajes son palpables.

El productor se gastó un pastón en este capricho en el que contrató a sucesivos guionistas y directores y él mismo añadió partes importantes.

La película se centra en el personaje de Pearl Chavez (Jennifer Jones), una joven mestiza que es enviada a vivir a Texas, al rancho del estricto senador McCandless (Lionel Barrymore). Allí, llama la atención de los hijos del senador: el siempre educado y cortés Jesse (Joseph Cotten) y el impetuoso e impulsivo Lewton (Gregory Peck). Pronto, los dos hermanos rivalizan por el amor de la atractiva muchacha.

cartel de Duel in the Sun

Cabe destacar lo curioso que resulta ver en esta peli a Gregory Peck haciendo de malote, que recuerde es la única vez que hace de malo en una peli por lo que me costaba un poco verlo en ese rol de lo que cualquier juez conservador de la España actual no dudaría en calificar como terrorista (hace descarrilar un tren y tal). Es como que no pega nada ver al Atticus Finch de Matar a un ruiseñor ejerciendo de violador, asesino y casi hasta de miembro de los CDR.

Además de otros muchos defectos también es una peli descaradamente racista, no solo por la prota mestiza a la que desprecian, sino también por ese personaje patético de la esclava negra. 

Caída del caballo de Pearl Chavez (Jennifer Jones) en Duelo al sol

La peli principia pantojamente con ese prólogo con voz en off bíblica, como en Los diez mandamientos y con ese spoiler intolerable hoy día en el que te anticipan sin sonrojo cómo acabará la cosa.

Luego tenemos la escena de cuando el padre de la prota asesina cobardemente a su mujer en pleno ataque de cuernos. La hija en vez de afearle el crimen a su padre se abraza a él y le da todo su apoyo incondicional para salvarle, aunque él pasa tanto de ella que prefiere hasta morirse. Entonces la manda a Texas a vivir con una ex que tuvo de joven, a un rancho llamado Pequeña España. Allí el senador cornudo-parapléjico la acoge de mala gana por imperativo de su señora. Los hijos ven carne tierna y se disputan a la hembra.

Calentando al personal en la apertura de la peli

El caso es que la moza primero se enamora del hermano mayor, el que ejerce del bíblico Abel, pero al final el que le mola es Caín, el malote, que no duda en violarla brutalmente y acosarla en aquel spa texano en el que se baña en pelotas para pervertir a Atticus, que espera pacientemente a que se muera de frío para verle el chocho cuando al fin salga del agua.

Jennifer Jones bañándose desnuda

Pese a que el malote pasa de Perla constantemente esta insiste en tener un idilio con él, pero por más desprecios que le hace ella no se desanima. Luego prueba a enrollarse con otro para darle celos y cuando están comprometidos y a punto de casarse el malote asesina vilmente a su prometido. ¿Cómo reacciona ella? Pues follándoselo con más ganas, claro.

Mítica secuencia final de Duelo al sol

La película es conocida por su final "apasionado", que es considerado uno de los más memorables en la historia del cine (a mí que me parece bastante penoso). En esta escena (homenajeada por Almodóvar en Matador) la pasión irracional entre Pearl y Lewton llega a su clímax en un duelo al sol en el que —o de ella o de nadie y viceversa— se matan a tiros mutuamente y mueren besándose arrastrados sobre el polvo como serpientes.

El guion es discreto. La música de Dimitri Tiomkin es bastante potente, la verdad. Las actuaciones reguleras, especialmente la sobreactuada Jennifer Jones). La película es exuberante y desmesurada, pero tiene un aspecto visual impresionante y ofrece una orgía dramática de altura (bah, aunque en realidad es un melodramón hiper coloreado y super saturado tirando a patético visto desde nuestros días).

Gregory Peck y Jennifer Jones en Duelo al sol

También me reí mucho en una escena que era más bien dramática: cuando Perla se larga a galope con el caballo asalvajado porque se nota claramente que quien monta no es ella sino un doble: un tipo con una falda verde, la camisa amarilla y un pelucón, qué risa.

Jennifer Jones

En fin, la peli ya digo que está claramente sobrevalorada, pero se puede ver y resulta la mar de interesante. Aprovechen antes de que la prohíba alguna religión (otra vez), algún político de progresismo mal entendido.

cartel de Duelo al sol

fotograma de Duelo al sol

cartel de Duelo al sol

fotograma de Duelo al sol

jueves, 22 de febrero de 2024

El gato gordo de Schrödinger-Maif

El gato gordo de Schrödinger, experimento teórico y real

 Aquí replicando el célebre experimento científico teórico, pero en el mundo real: el gato Miwi ha conseguido —contra todo pronóstico— meterse en tan estrecha caja del último paquete de Amazon. 

La duda es ¿conseguirá salir?

domingo, 11 de febrero de 2024

La gala de los Goya 2024: las 15 mejores películas españolas de 2023

 La de anoche fue una estupenda ceremonia de lo que damos en llamar Fiesta del Cine Español, enhorabuena a Los Javis y a Ana Belén.

Penélope Cruz y Pedro Almodóvar en la 38 edición de los premios Goya en Valladolid

Aprovecho el evento para compartir mi ranquin de las mejores quince películas españolas del 2023. Cabe aclarar que se han producido en España el año pasado más de 200 películas y que servidor apenas ha visto un diez por ciento de esos títulos, unas veintitantas. Matizo asimismo que no he podido ver aún tres títulos de los "importantes", a saber: "Un amor" la peli de Isabel Coixet basada en el libro del mismo título de mi escritor español actual favorito (Sara Mesa), "Cerrar los ojos" del gran Víctor Erice y "Robot Dreams", la peli de animación de Pablo Berger.

Y aquí va mi Top 15 mejores películas españolas colocadas de mejor a peor según mi particular criterio:


1/ Creatura

2/ O corno

3/ Saben aquell

4/ 20.000 especies de abejas

5/ Matria

6/ Que nadie duerma

7/ Upon Entry

8/ Bajo terapia

9/ Chinas

10/ Te estoy amando locamente

11/ Las chicas están bien

12/ Una vida no tan simple

13/ Los buenos modales

14/ Extraña forma de vida  (Cortometraje)

15/ La sociedad de la nieve


Añado esta sencilla peli documental como primer accésit:

Contigo, contigo y sin mí



domingo, 4 de febrero de 2024

La peor idea del mundo: comprar una lavadora Daewoo (¡y más aún si es con Movistar!)

 Hay ideas malas y peores. 

Maldita sea la hora en la que se me ocurrió aprovechar mi vinculación con Movistar para hacerme con una de esas lavadoras que tienen en su catálogo, una Daewoo.

A ver: que la lavadora está muy bien, a la última, con las mejores características técnicas y demás. Pero, ay. Tiene un pero. ¡Y muy gordo! ¡Ay de ti si se avería! 

El servicio técnico es lo peor que he visto jamás. En realidad...¡ni siquiera lo he visto! Nunca han contestado a mis comunicaciones, me ha resultado imposible ponerme en contacto con ellos.

Y los intermediarios de Zeleris, el servicio postventa de Movistar... peor aún. Contestan tarde, mal y nunca y te dicen que ya deberían haber contactado contigo los del servicio técnico y que si no lo han hecho aún, que ya lo harán. No entiendo como Movistar usa a esta empresa tan pésima (tiene un puto cero sin paliativos en trustpilot).

Lavadora Daewoo: el peor servicio técnico

Tras un mes entero con la lavadora nuevecita averiada sin recibir respuesta ni del servicio técnico de Daewoo ni de Zeleris, decidí buscarme la vida en internet y por suerte pude encontrar una pequeña empresa familiar que vendía online todo tipo de repuestos y allí adquirí la pieza que se rompió y pudimos ponerla nosotros mismos.

Si algún incauto o incauta tiene previsto comprarse una lavadora Daewoo al menos ya sabe a lo que atenerse. Ojalá lo hubiera sabido antes, porque preferiría una lavadora peor, pero que pueda repararse pronto y bien si surge cualquier problema.

sábado, 3 de febrero de 2024

RANKING Las mejores películas de 2023 [TOP 20]

Hete aqui las veinte mejores pelis estrenadas en España durante 2023 —para mi gusto— de lo visto hasta ahora. Tengo muchas pendientes, claro. Las coloco de mejor a peor. Solo ha entrado una peli española, la de la gran Elena Martín Gimeno: 


Creatura, de Elena Martín Gimeno, la mejor película española de 2023

Poor Things

Beau Is Afraid

Aftersun

El triángulo de la tristeza

Los asesinos de la luna

El sol del futuro

Fallen Leaves

Oppenheimer

Babylon

Saltburn

Tar

Almas en pena de Inisherin

Creatura

The Quiet Girl 

The Whale

Guardianes de la Galaxia Vol. 3

Los Fabelman

Maestro

Asteroid City

Napoleón


viernes, 2 de febrero de 2024

Campurrianas erre que erre

 En el reloj digital que cuelga de la pared de mi salón veo la hora: 10:01. 

reloj digital de pared, hora espejo, capicúa

No sé por qué me parece algo especial, quizá por ser una hora binaria o a lo mejor porque es capicúa. 

Me aventuro a caminar por el único lugar de la casa en el que encuentro una especie de pasillito despejado por el que poder andar: desde un extremo de la cocina hasta el final del salón; en total veintiún pasos (¡Blackjack!) que recorro compulsivamente en ida y vuelta, como si fuera un preso en el patio de la cárcel, pero con la motivación extra de esquivar de vez en cuando a alguna de mis cuatro gatas cuando se cruzan en mi camino. 

La hora que aparece en los relojes analógicos de las películas, las diez y diez, 10:10

Levanto la vista hacia el reloj que cuelga de la pared de la cocina, este es analógico, y en él son las diez y diez, la hora que suele aparecer en los relojes de las películas.

Unos minutos más tarde entro en el trance de la caminata meditativa. No estoy seguro del todo hasta que una R se me encarama en la solapa:

—Hey, chato, no veas si te has puesto buenorro de un tiempo a esta parte. ¡Estás mucho más sexy que hace diez años! ¿Cómo lo haces?

—Ya sabes cómo lo hago y con quien he pactado para conseguirlo, pero tú no has venido aquí para averiguar nada...

—Cómo lo sabes. Anda, macizo, ponme cachonda como tú sabes.

se me subió una R cachonda encima

—Está bien, Lady R, espatáRRate, Ramera Rubia, que voy a intentaR daR placeR a tu Retorcido Reto naRRativo: "El Rey de los Ratones Reunió a sus Roedores Rebeldes para Resistir el Régimen Represivo de los Reptiles. Rugiendo, Rompieron las Redes, Robaron los Recursos y Redujeron a Ruinas el Reino Rival y Regresaron Radiantes, Repartiendo Raciones, Regalos y Reconocimientos, Recibiendo Respeto... porque Ramón Ramírez se lo ha Robado", you know.

***

La anciana aparcó sobre la mesita del salón de té una novela de Pearl S. Buck y me comentó que ella se había operado del Campurriano.

galletas campurrianas

No tenía ni putísima idea de qué coño quería decirme. Debí poner cara de grande extrañeza porque ella me miró como si fuera bobo —que lo soy— y me repitió más despacito y en voz más alta, señalándose claramente la frontera entre la muñeca y la mano:

DEL   TÚ-NEL   CAM-PU-RRIA-NO.

—Ah, disculpe: había entendido carpiano.

***

En el vagón del Metro viajábamos una joven pareja y yo. Llevaba puestos mis auriculares para que no me dé nadie la turra, aunque no escuchaba música ninguna porque soy incapaz de no prestar atención a los estímulos de la vida, raro que es uno.

Plataforma de enseñanza online, no confundir con la Universidad de Mis Cojones

Ellos hablaban desinhibidos. La chica le animaba a que hiciera un bootcamp de programación, a que aumentase su formación para fortalecer su currículum. Él le dijo que precisamente se acababa de matricular en un curso en Udemy.

Ella empezó a descojonarse de risa. Él la miraba sin comprender —igual que yo— qué le hacía tanta gracia. Hasta que ella al fin dijo, burlándose del presunto troleo detectado:

—Claro de UDEMI: de la Universidad DE MIs cojones, ¿no?

—Cari, UDEMY es una plataforma de enseñanza online...

—😕


jueves, 14 de diciembre de 2023

El famoso poeta que se bajó la bragueta

 Servidor no ha escrito nunca una poesía que no rime de alguna manera, tan solo he perpetrado unos cuantos sonetos horribles y algunos ñaikus (haikus nacionalizados españoles —de mi invención— que son como los japoneses, pero de tema libre y rimando en consonante los versos primero y tercero).

Y como siempre he defendido que uno ha de probarlo todo en esta vida, sin miedo, me voy a atrever a componer mi primer y seguramente último poema sin rima ni métrica, en plan libérrimo; porque al contenido de esta historia parece convenirle este formato.

Así pues voy a ser ese famoso poeta que se bajó la bragueta y, sacándome la chorra, voy a dejar escrito sobre esta arena:


Creo que soñé,

aunque quizá no,

igual sí que ocurrió de verdad

acaso en otra dimensión

tal vez en un tiempo futuro

o puede que en otro universo:

yacíamos los dos desnudos

sobre una roca

como en esa peli de Wilder

titulada Avanti!

Fotograma de la película Avanti! de  Billy Wilder

Pero no estábamos en Ischia,

(ya sabes cómo son los sueños)

de raros,

si es que acaso aquello lo era.

Estaba en la playa de Mónsul

nadando con Sean Connery

junto a esa enorme roca

donde derribó aviones nazis

con un paraguas


Le pregunté

—algo extrañado—

(ya sabes cómo son los sueños)

qué hacía él ahí

si poseía

tremendo chalet junto al mar

en la misma Marbella

en esa playa

en la que yo solía bañarme

junto a mi novia.


Una corriente me arrastró

hacia el acantilado

de las sirenas

cerca del faro

allí logré asirme a una roca

y me encaramé a ella.

 acantilado de Las Sirenas en el Cabo de Gata, Almería


Perdí el bañador

Al arrastrarme la corriente

pero curiosamente

conservaba los calcetines,

negros y largos

(ya sabes cómo son los sueños)

 

Me secaba al sol cuando llegó ella

también desnuda,

pero del todo

¿Cómo has llegado aquí?

le pregunté curioso

(ya sabes cómo son los sueños)

 

Supe que esa era la piel

de Luna Miguel

aun sin conocerla de nada

(ya sabes cómo son los sueños)

y llevaba tatuado en la espalda

un haiku que escribí:

 

Te subí a un altar

pero hay que ver qué prisa

te diste en bajar

Jack Lemmon y Juliet Mills en un fotograma de la película Avanti! 


Me señaló hacia el arrecife

a un centenar de metros

y confesó

que venía a saludar

a su mamá

 

Yo sin mis gafas,

ni siquiera las de bucear,

miré tratando de enfocar,

y vi a una mujer

y con ella estaba mi padre

cuyas cenizas

—achicharradas por el covid—

aventé en una playa

del litoral cercano

tres años ha.

Cuánta alegría me da,

le dije a ella,

el verlos tan felices,

tan vivos.

 

Se aproximó una barca,

como en la peli,

y cubrí con mis calcetines

el desnudo de Luna,

pero no las tetas ni el culo

sino el tatú

del haiku

que ensuciaba su espalda

 

Nos abordó el repartidor

del barco-pizza

Y, cosa rara,

para mí trajo carbonara

mi favorita

—Podemos compartirlas

si es que te excita

probar también la margarita.

Repartidor de pizza marítimo 


Como era martes

y desde luego loco

(ya sabes cómo son los sueños)

me invitó ella con ganas

al dos por uno de medianas.

 

Entonces caí en la cuenta

de que hoy se jugaba

un decisivo enfrentamiento

en la champions league,

pero en tan mágico momento

lo demás me sobraba

y todo era una farsa...

¡Que le den por culo al Barça!

viernes, 29 de septiembre de 2023

Malos tiempos para la comedia

 Ayer nos fuimos a ver la grabación del programa de televisión LA RESISTENCIA al teatro Príncipe, junto a Gran Vía. Ya habíamos asistido como público en una ocasión anterior en la segunda temporada, cuando se grababa en otro teatro madrileño.

Logo del programa de televisión de Movistar + La Resistencia con David Broncano Ricardo Castella Grison y Jorge Ponce

La diferencia principal es que ahora vino Lady Maif, que en la vez anterior no pudo asistir.

Nos citan a la entrada del teatro a eso de las 17:20 horas. La espera la ameniza el señor Lorenzo, o sea que pegaba bien el sol mientras hacíamos la fila, jodido cambio climático.

Tras enseñar las entradas e identificarnos nos van pasando al teatro. Me toca un asiento justo en el pasillo principal por el que entra David Broncano, bien.

Al principio al empezar el programa es costumbre insultar a grito pelao al presentador. Como no tengo nada contra él lo único que se me ocurre como insulto es "abraza montañas", por el tema de su afición al montañismo: al igual que a los ecologistas les insultan llamándolos "abraza-árboles". 

El programa muy divertido como siempre, no me he perdido ni uno solo desde el principio. Para mí es algo terapéutico, necesito siempre unas dosis de risas para sobrevivir en este mundo que a menudo se pone tan dificilito de cabalgar. Suelo verlo siempre en compañía. Mi hijo Óscar es un fijo cómplice co-espectador y a veces se apunta la señora Maif. Es importante sentirse en comunión con alguna comunidad buenrollista. Durante lo peor de la pandemia se agradeció especialmente que siguiera el programa adelante.

Movistar + La Resistencia escenario y público teatro Príncipe Gran Via David Broncano Ricardo Castella Grison Jorge Ponce Sergio Bezos

Primero nos habla la simpática Saray a los asistentes para darnos unas cuantas consignas sobre cómo comportarnos durante el show. 

A continuación hace el pre-show Sergio Bezos, que me gusta más de lo que esperaba porque a mí me gustaba mucho el murciano que había antes en su puesto, Jaime Caravaca

Luego sale un momento el loco de Grison, que se marca un momento super marchoso para subir la temperatura de las gradas y al fin comienza el espectáculo.

Pasa Broncano a mi lado tan simpático y no me pide el cuerpo murmurarle ningún insulto, como hacen otros de manera inquietante, así que me quedo calladito y aplaudiendo sin más.

Tuvimos la inmensa suerte de que ayer nos tocó contemplar en vivo la actuación del genial cómico Pablo Ibarburu, mi favorito en el panorama actual. Luego actuó Jorge Ponce, desde la calle, con sus paridas desde la Gran Vía.

El invitado fue Álvaro de Luna, un cantante del que no tenía noticia, que acabó cantando un tema suyo.

Nos reímos mucho, siempre disfrutas más in situ, donde se sincronizan risas y corazones humanos, que viéndolo desde casa.

Al salir nos fuimos a cenar a un restaurante cercano y comentamos entre risas detalles.

Durante el espectáculo a Broncano se le ocurrió una felicitación múltiple de cumpleaños: que Juanjo (que es el Jefe de producción del programa) felicitase a la chica de la piscina de bolas (la que tiene la foca que estuvo en la Antártida), que esta, a su vez, felicitase el cumple al cantante y por último que el cantante felicitase al padre de David Broncano, que también cumple años el 28 de septiembre. Así que les conté durante nuestra cena que en ese momento, Miguel Campos, —que se dedica a poner mensajitos y fotos en una pantalla que yo miraba de reojo constantemente (por que me parece un tremendo cachondo)— puso una imagen de la película The Human Centipede (El ciempiés humano), esta:

The Human Centipede el ciempiés humano Miguel Campos

Esa fue una de las muchas cosas que no se pusieron, parece que la corrección lo apesta e infecta todo últimamente.

Al salir del restaurante nos dirigimos de vuelta a Sol pare pillar el tren de regreso a casa y al pasar de nuevo por la puerta del teatro se burla mi hijo llamándome gallina en plan Regreso al futuro:

—Al final no llamaste a David Abrazamontañas.

Levanto la vista y casualmente veo frente a mí en ese instante a David Broncano, que acababa de separarse de un grupo en el que estaban Ricardo Castella, Grison y Jorge Ponce, y cual Marty McFly le digo a mi hijo:

—Pues se lo digo ahora: ¡David, eres un Abrazamontañas!

—Buen insulto, me gusta —contesta cordialmente el aludido con su clásico gesto de aprobación.

Óscar le pidió hacerse una foto y la verdad es que Broncano fue muy amable y simpático, pues imagino estarán hartos de que los paren por la calle constantemente para lo mismo. Un diez para David Broncano, majísimo, cordial y cercano.

Oscar con David Broncano en la puerta del teatro Príncipe Gran Vía

En cuanto al título de esta entrada del blog... me explicaré.

Lo pasamos en grande y hubo especialmente tres momentos que me parecieron los más incorrectos y los más graciosos. Pues bien, al llegar a casa y ver la emisión del programa comprobé con tristeza como la jodida estúpida censura se había cargado esos tres mejores momentos del show al editar. 

Dos momentos simplemente desaparecieron cortados por la tijera censora y otro fue aun peor porque editaron hasta la voz de Broncano poniendo en su boca algo que él no dijo, tremendísimo me parece.

Y no, no era nada escandaloso, cortaron cuando el invitado le regaló a Grison un porro (no se ve en pantalla).

También eliminaron un inocente —pero muy gracioso— chiste de Ibarburu sobre ETA. 

Y editaron a saco una simpática confusión de David sobre el 15M y el 11M que solventó el siempre atento Ricardo Castella. Lo arreglaron enmendando el error editando en sonido las palabra del presentador. 

Me parece muy triste privar a la gente normal de unas risas sanas solo porque esto se ha puesto hasta arriba de ofendiditos y de gilipollas, fatal.

¡Va a haber que crear locales clandestinos de comedia!





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